El tomate es americano. Ahora es una hortaliza famosa y valiosa pero hasta hace muy poco no contaba con la aprobación de casi nadie, porque se creía que era venenoso. Y bueno, es normal, porque pertenece a la familia de las Solanáceas, plantas productoras de alcaloides tóxicos. Son pocas las solanáceas comestibles, pero tranquilos la tomatera es una de ellas.
Pues bien, el tomate tuvo que esperar varios siglos para entrar en nuestra alimentación, en la actualidad es un fruto que se come en todo el mundo, siendo relevante su papel en la alimentación humana. Es difícil no verle de protagonista en muchos platos y muy probable que sea un ingrediente casi seguro en cualquier preparación. Gracias a su sabor dulce es muy aceptado por los niños y debido a su versatilidad y porque combina muy bien con una amplia variedad de alimentos y hierbas os invito a TOMAR TOMATE.

Dietas y tomate

El tomate es una hortaliza poco energética, solo nos aporta 20 Kcal por 100 gramos, medio tomate de ensalada aproximadamente. Está compuesta principalmente por agua e hidratos de carbono en poca cantidad
Se podría considerar una fruta-hortaliza porque tiene más cantidad de azúcares simples que otras verduras. Por eso su característico sabor dulzón.
Es una fuente importante de fibra,  y minerales como el potasio. Rico en vitaminas C y E, provitamina A o beta-caroteno   que es un pigmento presente en el tomate, gracias al cual  el hígado y el intestino delgado son capaces de generar vitamina A, nutriente esencial para nuestro cuerpo, especialmente para la vista y las mucosas.
También nos aporta vitaminas del grupo B, relacionadas con el buen funcionamiento del sistema nervioso, ayudan en las funciones digestivas y en la conversión de alimentos en energía.
Otro pigmento abundante en este fruto es el licopeno, y además de ser beneficioso para la salud le da ese vistoso color rojo.
Por sus vitaminas C y E y su contenido en licopeno, también lo convierten en un potente antioxidante. Cuya función protectora de nuestro organismo esta de sobras probada.
Sus minerales como el potasio hacen posible la transmisión y generación del impulso nervioso además de permitir una actividad muscular normal. También interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

El tomate es salud

Como hemos citado antes, el cóctel de vitamina C y E más el licopeno, pigmento natural del tomate, lo convierten en un alimento antioxidante, lo que significa que puede actuar de protector en nuestro organismo.
Veréis, hay unas moléculas nocivas llamadas radicales libres. Hay situaciones que aumentan la producción de radicales libres: el ejercicio físico intenso, el tabaco, la contaminación ambiental, las infecciones, el estrés, las dietas altas en grasas, la exposición prolongada al sol. Y casi todas las podemos evitar. Lo que hacen los alimentos con poder antioxidante es reducir el efecto nocivo que tienen los radicales libres en nuestro organismo, pero no los elimina.
Por eso es importante evitar las situaciones que lo provocan y no intentar disminuir sus efectos.
Está científicamente probado que los alimentos antioxidantes, ricos en vitaminas C y E y en carotenos (licopeno) ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares, disminuyen el riesgo de infarto, y nos protegen frente a las enfermedades degenerativas.
Unos 200 g de tomate ( una pieza grande) cubre el 80% de las necesidades diarias de Vitamina  C. Lo que no significa que comiendo por ejemplo gazpacho cada día ya estemos “salvados”. Lo importante para la salud, es siempre la variedad de nutrientes y el equilibrio en las cantidades.
Volviendo al tomate y a la vitamina C, aparte de ser antioxidante, esta vitamina favorece la absorción de hierro de los alimentos, por lo que si tomamos legumbres podemos mezclarlas con pimientos, o de postre tomar una naranja. Así nos llega más hierro a nuestra sangre. Haciéndonos más resistentes a las infecciones, entre otros muchos beneficios.

Curiosidades

Por ejemplo la fibra. Ya es bien sabido que necesitamos fibra para mantener un buen estado intestinal. Previene el estreñimiento, y ayuda a llevar un ritmo intestinal favorable. Pero además la fibra que contienen los alimentos, ayuda a controlar el índice glucémico en las personas con diabetes.
Es recomendable la fruta entera, así no desperdiciamos la fibra que contiene. También aumenta la sensación de saciedad y tiene un papel protector frente a las enfermedades gastrointestinales.
¿Sabes que el nombre científico del tomate es Solanum_lycopersicum?
Durante mucho tiempo se recomendaba a personas con cálculos renales que redujeran el consumo de tomate. Debido a que este fruto contiene acido oxálico,  Esta sustancia, junto con el calcio, forma sales insolubles (oxalato cálcico) que se transforman en cálculos o piedras. Sin embargo, su contenido en ácido oxálico es moderado (5,3 mg/100 gramos Además, el tomate, al tener un alto contenido en potasio y escaso en sodio, es considerado un alimento con efecto diurético y, por tanto, beneficioso para la eliminación de líquidos y de toxinas. Esto beneficia a quienes padecen retención de líquidos, hipertensión, hiperuricemia y gota, así como cálculos renales.
Otra sustancia curiosa del tomate y otras hortalizas son las aminas. En diversas hortalizas se han detectado aminas, como la serotonina y la tiramina en el tomate y las berenjenas, y la histamina en las espinacas. Parece ser que pueden causar reacciones alérgicas o dolores de cabeza en personas susceptibles. De todos modos, es recomendable solicitar un examen médico, antes d eliminar alimentos que pueden ser muy beneficiosos para cualquier persona

Usos del tomate en la cocina

A mí me gusta extraer la piel según para lo que lo vayamos a utilizar. Una forma rápida y eficaz de hacerlo, es escaldarlos unos segundos en agua hirviendo. Antes realizar dos cortes en la parte baja en forma de cruz, nos ayudará a pelarlo mejor después del escaldado. Una vez vemos que la piel ya empieza  a despegarse de la carne,  lo introducimos en agua helada, para cortar la cocción porque nos interesa que el tomate tenga un color y un sabor fresco. Cuando ya esté frio, se pela casi solo. También podemos usar la piel y hacer un crujiente para decorar cualquier plato.
Otra forma completamente diferente es el caviar de tomate, son las semillas y su parte gelatinosa.  Si eres un poco hábil, puedes probar de extraerlas enteras, solo tienes que cortarlo a gajos sin llegar al centro de éste y con un cuchillo de punta recogerlas con mimo. Puedes usarlas para comer en tostadas con un poco de aceite de oliva y unas escamas de sal. Es delicioso y su textura es jugosa y húmeda.
Otra técnica interesante  es  extraer el agua del tomate. Solo tienes que dejar sobre un paño el puré de tomate,  si utilizas uno de la variedad pera o rama mejor porque contienen mayor cantidad de pulpa. Se coloca sobre un colador fino. Debajo un recipiente, a las 24 horas obtenemos un agua trasparente y sabrosa para elaborar gelatinas e incluso helados.
 
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