¿Cómo afrontan las empresas el reto de generar un negocio cada vez más sostenible? La clave para optimizar los envases y embalajes está en el ecodiseño, que se ha convertido en una de las principales herramientas para que las empresas se ajusten a los criterios de sostenibilidad y minimicen al máximo el impacto medioambiental de su negocio.

Desde que la Comisión Europea aprobara en 2018 la ‘Estrategia europea para los plásticos en una economía circular’, diseñar soluciones sostenibles se ha convertido en una de las principales líneas de trabajo de las empresas. Este trabajo se alinea además con el Objetivo Desarrollo Sostenible 14 de las Naciones Unidas, el cual se versa sobre la necesidad de que los envases de plástico sean reciclables, a la vez que seguros para el consumo, en 2030.

Sostenibilidad y circularidad de materiales para envasado

En el desarrollo de envases más sostenibles podemos distinguir entre aquellos fabricados a partir de materiales plásticos con menor impacto medioambiental, por ejemplo biobasados, la mejora de la reciclabilidad y el diseño de nuevos sistemas de envasado que reduzcan el desperdicio alimentario.

«El Objetivo Desarrollo Sostenible 14 de las Naciones Unidas, el cual se versa sobre la necesidad de que los envases de plástico sean reciclables, a la vez que seguros para el consumo, en 2030.»

En lo referente al desarrollo de materiales plásticos más sostenibles, una de las tendencias en auge se relaciona con la Economía Circular y maximizar el aprovechamiento de los recursos. Si nos fijamos en la industria alimentaria, encontramos una amplia variedad de subproductos y residuos que, gestionados de la forma adecuada, pueden dar lugar a materias primas para otras industrias como por ejemplo el envase.

En el marco del proyecto europeo PHBOTTLE se desarrollaron envases biodegradables, con antioxidantes a partir de azúcares de aguas residuales de la industria del zumo. Las aguas residuales de la industria del zumo son ricas en azúcares (glucosa, fructosa y maltosa), llegando a alcanzar el 70% de la materia orgánica total, lo que la convierten en un caldo de cultivo microbiológico ideal. A través de procesos fermentativos, estos azúcares dan lugar a la generación de un bioplástico (polihidroxibutirato, PHB). Por tanto, mediante la combinación de distintas tecnologías (biotecnología, microencapsulación y tecnologías de envase), se consiguió transformar un residuo (las aguas residuales) en un material de envasado sostenible (biopolímero) para el zumo, cerrando de esta forma el ciclo.

«Si nos fijamos en la industria alimentaria, encontramos una amplia variedad de subproductos y residuos que, gestionados de la forma adecuada, pueden dar lugar a materias primas para el envase.»

Este material de envasado, además, se mejoró con la incorporación de antioxidantes con el fin de incrementar la resistencia del envase y la vida útil del zumo a contener.

En la actualidad, AINIA (Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria) forma parte del proyecto URBIOFIN el cual se focaliza en demostrar que el modelo de Biorrefinería diseñado con el fin de obtener productos de valor añadido a partir de la transformación de la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos (FORSU) es viable.

Entre los productos de valor añadido se encuentra el epígrafe de los biopolímeros como alternativa a los materiales de fuentes fósiles. Hemos desarrollado un proceso a escala piloto basado en el uso de bioreactores anaerobios para la obtención de PHAs (polihidroxialcanoatos), plásticos biodegradables que pueden ser utilizados tanto para uso agrícola como para bolsas de basura o en el desarrollo de un envase para cosmética.

Dado el compromiso de AINIA con la sostenibilidad y la orientación a mercado, apostamos por el desarrollo de soluciones involucrando a todos los agentes de la de valor. En este sentido hemos creado un HUB sobre sostenibilidad del envase en el que catalizamos iniciativas y nuevos desarrollos que aborden los objetivos 2030 (reciclabilidad,…)

Envases seguros, consumidor seguro

Los envases destinados a albergar alimentos o cosméticos deben garantizar, en todo momento, la seguridad alimentaria. Considerar este factor en el proceso de diseño y estudiar la viabilidad técnica y económica es clave para el éxito del envase.

«En el proceso de innovación del envase, es tan importante alinearse con las tendencias y requerimientos del mercado como garantizar la seguridad del envase velando por la integridad del consumidor.»

Entre las iniciativas que llevamos a cabo para diseñar envases seguros, participamos en el proyecto REFUCOAT focalizado en el desarrollo de nuevos envases biobasados con innovadoras funcionalidades que garantizan la seguridad alimentaria y permiten mejorar la vida útil de los alimentos. Esta funcionalidad se consigue aplicando recubrimientos híbridos con propiedades barrera, antioxidante y antimicrobianas. En este último punto, estamos estudiando la incorporación de bacteriófagos con el fin de reducir o limitar la proliferación de microorganismos, sobre todo patógenos.

Cabe señalar que los recubrimientos estudiados supondrán un avance en la sostenibilidad de los sistemas de envasado ya que sustituirán a las actuales opciones convencionales que son difíciles de reciclar completamente.

«El proyecto REFUCOAT focalizado en el desarrollo de nuevos envases biobasados con innovadoras funcionalidades que garantizan la seguridad alimentaria y permiten mejorar la vida útil de los alimentos.»

Desde la perspectiva de la seguridad del material de envase, hemos evaluado distintas metodologías para la identificación y evaluación del riesgo que se deriva de la exposición a las NIAS (sustancias no añadidas intencionadamente) en el marco del proyecto NIASAFE. Estas sustancias se generan en los materiales plásticos utilizados en los envases como consecuencia de los distintos procesos tanto de fabricación del envase como de las etapas en la elaboración de los alimentos.

A partir del estudio de las distintas metodologías actuales para evaluar el riesgo por exposición a las NIAS, trabajamos en la creación de un protocolo que vele por la seguridad del consumidor garantizando la seguridad alimentaria.

La tecnología también juega un papel fundamental, así seguimos avanzando en el desarrollo de soluciones basadas en la combinación de termografía y visión hiperespectral que faciliten la inspección de defectos en envases.

Noemí Vidal

Fuente: AINIA (Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria)

https://www.ainia.es/tecnoalimentalia

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