Lo mismo que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, con la llegada del verano los kilos que nos sobran se hacen más evidentes y queremos perderlos con la mayor rapidez posible y, en ocasiones, a cualquier precio.
¿Son saludables las “dietas milagro” que prometen bajar de peso rápido y sin esfuerzo? ¿Son eficaces?
¿Qué son las “dietas milagro»?
Según la estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), son «aquellas dietas que prometen una pérdida de peso sin apenas esfuerzo». Además, podríamos añadir que su principal objetivo se centra más en perder peso de cualquier manera que en promover hábitos alimentarios y de vida saludables.
El exceso de peso es un problema de salud y no solo una cuestión estética, por tanto, nuestro objetivo debe ser perder peso para estar más sanos.
¿Cómo puedo identificar las “dietas milagro”?
Por lo general, tienen en común una serie de características con las que resulta fácil desenmascararlas, incluso siendo profano en la materia:
1. Prometen bajar muchos kilos rápido y sin apenas esfuerzo
La obesidad o el sobrepeso no aparecen de la noche a la mañana, sino que los kilos se van acumulando con el tiempo.
Ganar un par de kilos a lo largo de todo un año no es algo que resulte demasiado evidente, y sin embargo, esa ganancia de peso mantenida a lo largo del tiempo podría suponer 20 kilos más en diez años.
La obesidad es un exceso de grasa en el organismo, y , para poder corregir esta situación es necesario modificar los hábitos alimentarios que lo propiciaron por otros más saludables.
Es importante tener en cuenta que la pérdida de peso ha de ser moderada y siempre a largo plazo, (al menos a medio año), ya que cuanto más rápida es la pérdida de peso, mayor es la proporción de masa magra (músculo y agua, fundamentalmente) perdida frente a la masa grasa.
2. Restringen, intercambian por otros o suprimen grupos de alimentos básicos, o catalogan algunos alimentos como «buenos o malos»
Por lo general, los alimentos que salen peor parados en las dietas milagro son los cereales: el pan, la pasta, el arroz… que son precisamente los que se sitúan en la base de la pirámide de la alimentación saludable.
Incluso los alimentos que denominamos superfluos (esos que nutricionalmente no necesitamos), es decir, la bollería, dulces, aperitivos salados… pueden formar parte de una dieta equilibrada, siempre con moderación y vigilando las raciones, con más razón si vamos a cambiar nuestros hábitos alimentarios para perder peso ganando en salud.
3. …O por el contrario, focalizan la dieta en uno o más alimentos, grupos de alimentos o nutrientes
Con frecuencia, las dietas milagro atribuyen propiedades «mágicas» o «milagrosas» a un alimento o grupo de alimentos, que serán los que nos hacen perder peso de forma rápida y fácil según teorías sin ninguna base científica.
En una alimentación equilibrada, hemos de comer alimentos de todos los grupos, con las frecuencias que indica de forma visual y resumida la pirámide de la alimentación saludable.
4. Además de ir aderezadas con suplementos dietéticos, extractos, variopintos productos a base de vegetales o alimentos no convencionales
Para llevar una dieta sana, salvo excepciones muy concretas pautadas por profesionales sanitarios (ácido fólico en embarazadas, hierro en personas que tengan problemas de anemia, vitamina B12 en vegetarianos, vitamina D en lactantes…), los suplementos de vitaminas y minerales no son necesarios, ni tampoco beneficiosos.
Y lo mismo podemos decir del resto de productos que suelen acompañar a estas dietas (léase cápsulas, extractos, tisanas, jarabes, batidos, gotas…)
Lejos de ser necesarios, efectivos y mucho menos beneficiosos, lo único que pueden conseguir es en el mejor de los casos, es hacernos perder unos cuantos euros, ya que estos productos generalmente suelen tener un coste muy elevado.
Para perder peso de forma sana solo es necesario tomar los alimentos básicos con las frecuencias y raciones recomendadas de acuerdo a la dieta mediterránea. Así de sencillo.
5. Suelen ser «pintorescas»
Es curioso que si hablamos de aumentar la cantidad de frutas y verduras en nuestra dieta hasta las cinco raciones diarias, basar nuestra alimentación en cereales (a poder ser integrales), legumbres y lácteos, tomando con moderación carnes, pescados y limitando los alimentos superfluos, (en resumen, llevar una alimentación equilibrada), no resulta atractivo a la hora de perder peso. Sin embargo, sí lo es si hablamos de separar o no mezclar determinados nutrientes (lo que popularmente se conoce como «disociar»), combinar los alimentos de una forma u otra, comer alimentos a determinadas horas o reservar un día a la semana para comer tal o cual alimentos o nutrientes.
Por lo general este tipo de hábitos alimentarios, además de no tener ningún beneficio para la salud, es complicado de mantener en el tiempo (especialmente en los momentos en los que nos toque comer fuera de casa) por lo que los kilos perdidos, generalmente se recuperan rápidamente.
Si a pesar de lo mencionado en el párrafo anterior, aun existieran dudas, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria dispone en su página web de un sencillo test que permite determinar, a grandes rasgos, si la dieta que estamos siguiendo es una «Dieta milagro» o no:   http://www.naos.aesan.msssi.gob.es/csym/test
 
Laura González
Dietista de Gastronomía Baska
 
 
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