Los alimentos ultraprocesados aumentan el envejecimiento celular
El consumo de alimentos ultraprocesados es capaz de aumentar el envejecimiento celular. Los escasos aportes de micronutrientes de estos productos y su alta densidad calórica contribuyen a fomentar los procesos de oxidación. Esto puede conducir, además, a un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades a medio y largo plazo.
«Es necesario reducir el consumo de alimentos ultraprocesados con el objetivo de disminuir el aporte de grasas trans y de sustancias tóxicas.»
Una dieta saludable ha de basarse en el consumo de alimentos frescos. Los vegetales, por ejemplo, cuentan en su composición con altas cantidades de fitoquímicos que ayudan a luchar contra la aparición de radicales libres. Estos micronutrientes son capaces también de reducir el daño que sufren las células a partir del paso del tiempo.
A continuación te enseñaremos por qué debes de eliminar, o al menos reducir, el consumo de alimentos ultraprocesados en tu alimentación diaria.
Los alimentos ultraprocesados contienen ácidos grasos trans
Los lípidos son necesarios para el organismo. Participan en multitud de reacciones fisiológicas. Se encargan, entre otras cosas, de la homeostasis hormonal y de transportar y reservar vitaminas liposolubles.
No obstante, existen diferentes clases de lípidos:
- Los mono y poliinsaturados: se consideran como saludables y se promociona su consumo.
- Las grasas saturadas: en cuanto a ellas, existe cierta controversia. Son necesarias más investigaciones para asignarles una catalogación precisa.
- Las grasas trans, presentes en los alimentos ultraprocesados: respecto a ellas existe un consenso uniforme. La ingesta de este tipo de lípidos de manera regular aumenta los procesos inflamatorios y el envejecimiento celular, tal y como afirma un artículo publicado en la revista Advances in Nutrition.
Las grasas trans se relacionan con problemas inflamatorios y sobrepeso. Por eso, se aconseja limitar al máximo su consumo.
La acrilamida está presente en los alimentos ultraprocesados
Además de estos lípidos con capacidad antiinflamatoria, los alimentos ultraprocesados contienen otras sustancias nocivas para la salud. Un ejemplo de ellas es la acrilamida, producto de desecho que se obtiene a partir de someter almidones a alta temperatura.
Esta sustancia presenta la capacidad de acelerar los procesos de daño y envejecimiento celular. Su ingesta habitual se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades complejas, como el cáncer, según un artículo publicado en la revista International Journal of Cancer.
Por este motivo, se recomienda reducir el consumo de los alimentos que puedan contener este tipo de sustancias en su composición. Tanto los ultraprocesados, como los fritos y rebozados son susceptibles de presentar este tóxico.
Para evitar la formación de acrilamida se aconseja cocinar los alimentos ricos en almidones a bajas temperaturas. Cocerlos en agua resulta la mejor opción a la hora de reducir su actividad teratogénica.
Su densidad energética es elevada
Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por ser ricos en grasas y en azúcares. Esto aumenta la densidad energética de los mismos, al tiempo que empeora los marcadores asociados con la salud metabólica.
«Es fundamental garantizar el aporte de antioxidantes dietéticos para, de este modo, ayudar al organismo a combatir los procesos propios del envejecimiento.»
Este consumo excesivo de azúcares y de grasas trans es capaz de dañar también la microbiota. Se producen alteraciones en la diversidad de la misma, lo cual origina problemas en la digestión y en la asimilación de los nutrientes.
Por este motivo, se recomienda reducir el consumo de esta clase de productos. En su lugar, lo aconsejable es priorizar la ingesta de alimentos frescos, como los pescados y los vegetales. Es fundamental garantizar el aporte de antioxidantes dietéticos para, de este modo, ayudar al organismo a combatir los procesos propios del envejecimiento.
Reduce el consumo de alimentos ultraprocesados
Como hemos dicho, los alimentos ultraprocesados se caracterizan por poseer una elevada densidad calórica y un bajo contenido en micronutrientes esenciales. Son ricos en azúcares simples, sustancias relacionadas con una mala salud metabólica.
«Es importante garantizar el aporte de productos del reino vegetal, ricos en antioxidantes que se encargan de luchar contra la formación de radicales libres y contra el envejecimiento celular.»
Además, contienen grasas trans, causantes de la inflamación y de la promoción del envejecimiento celular. Por si esto fuese poco, en su composición se encuentran productos de desecho, como la acrilamida. Estos favorecen la aparición de cáncer y aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades complejas.
Por este motivo, se recomienda restringir su ingesta. No obstante, es complicado eliminarlos completamente, ya que están demasiado presentes en nuestras rutinas. Podría ser suficiente con reducir su consumo, al mismo tiempo que aumentamos el aporte de alimentos frescos.
Es importante garantizar el aporte de productos del reino vegetal, ricos en antioxidantes que se encargan de luchar contra la formación de radicales libres y contra el envejecimiento celular.
Saúl Sánchez Arias
Fuente: Mejor con Salud