El picoteo, ese hábito que tanto gusta y al que pocos pueden resistirse. Según un estudio publicado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), una de cada dos personas obesas acostumbra a picar cada día. El problema no está en el hecho de comer entre horas, sino en que, habitualmente, se suele recurrir a alimentos ricos en sal, grasas saturadas y azúcar: patatas fritas, bollería industrial y todo tipo de alimentos procesados, «los cuales nos llevan no sólo a un aumento de peso, sino también a un incremento del colesterol malo y los triglicéridos. Si hay un gran abuso, incluso podemos desarrollar una intolerancia a la insulina y una posterior diabetes», explica María Amaro, experta en nutrición de la Clínica Feel Good.

«El picoteo ayuda a llegar a la comida con menos hambre y evita la retención de reservas. Si se sabe qué alimentos consumir y cuáles evitar puede ser muy saludable.»

Su función es saciarnos, aunque muchas veces no se trata de un hambre real, sino de antojos que nos llevan a atracar nuestra nevera a deshoras en busca de algo que calme nuestra ansiedad: ese bollo de chocolate que provoque que nuestro cuerpo libere endorfinas -conocidas como las hormonas de la felicidad-, o ese adictivo refresco rico en azúcares que nos lleva a querer repetir. Según Diego Bellido, vicepresidente de la SEEDO, al 80% de la población le llama más consumir este tipo de alimentos hipercalóricos que alternativas más saludables. «Esto se debe a la sensación gustativa. La grasa y el azúcar hacen que un alimento sea más apetecible».

Los mejores aperitivos

No hay que confundir el picoteo descontrolado con un tentempié a media mañana o media tarde. «Éste puede ser muy saludable y una oportunidad fantástica para incorporar a nuestra dieta nutrientes como vitaminas, antioxidantes, fibra y minerales», si sabemos qué alimentos escoger, afirma Amaro. Los expertos recomiendan recurrir a la fruta, frutos secos crudos y sin sal con propiedades saludables (como nueces, almendras o pistachos), lácteos que ayudan a aumentar el aporte de calcio (yogur o queso fresco), una tostada integral acompañada de jamón york, pavo o lacón, marisco (como berberechos, navajas o gambas) o huevos cocidos. «Se ha demostrado que no sólo no aumentan el colesterol sino que es una proteína con gran contenido en coenzima Q10», explica la nutricionista. «Muchos de los productos que nos venden como ‘snacks’ saludables en los supermercados no lo son en realidad. Por ejemplo, muchas galletas contienen aceite de palma. Lo mejor siempre es optar por productos naturales más que industriales», asegura Bellido.

«Se trata de reeducar los hábitos alimentarios para que el picoteo se convierta en una opción rica y sana.»

Los expertos recomiendan comer cinco veces al día en proporciones adecuadas. De esta forma, se recibe un suministro constante de energía y se evita la retención de reservas que dificultarían la pérdida de peso. Además, se favorece el control de calorías al reducir el hambre con el que llegamos a las comidas principales. El mejor momento para este picoteo, según el vicedirector de la SEEDO, es la media mañana. «Solemos despertarnos pronto y pasan muchas horas hasta la comida. Además, ésta es la comida más fuerte y abundante del día, y si comemos algo antes no llegaremos con tanto apetito», asegura. Tampoco hay que pensar que por tratarse de alimentos saludables podemos comerlos sin control. María Amaro recomienda que un ‘snack’ saludable aporte entre 150 y 250 kilocalorías.
Muchas neveras y despensas suelen estar llenas de opciones hipercalóricas y el impulso de acudir a ver qué hay es fuerte. El consejo de los nutricionistas: cambiar las opciones ricas en grasas y azúcares por otras más saludables para evitar caer en la tentación. Si prefiere los snacks salados, sustituya las patatas fritas por pistachos sin sal (30 gramos o 49 pistachos tienen e torno a 160 kcal) o almendras naturales sin tostar. Otra opción son las ‘crudités’, verduras crudas cortadas en palitos y acompañadas de alguna salsa. Pero si prefiere el dulce, la mejor opción siempre es la fruta. Aunque si se muere por el chocolate, que éste sea puro (a partir del 70% de cacao). Si es más de bebibles, cambie los refrescos por zumos naturales. Se trata de reeducar los hábitos alimentarios para que el picoteo se convierta en una opción rica y sana.
Patricia Lozano
Fuente: Diario «El Mundo». Vida Sana
Fotografía: diario «El Mundo»
http://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2017/11/06/59fc5f1c268e3eb11c8b466d.html

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