Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) y la Universidad de Barcelona han confirmado que  que pueden ayudar a prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

En la investigación, cuyos datos publica la revista ‘Food Chemistry’, se utilizó una técnica de espectrometría de masas de alta resolución para analizar 10 tipos de sofritos comerciales, aunque los autores aseguran que son extrapolables al casero.
Así, los resultados revelaron la presencia de al menos 40 tipos de polifenoles, además de carotenoides y vitamina C, datos relevantes ya que diversos estudios han demostrado que la ingesta de carotenoides, como el licopeno, previene el cáncer de próstata, y el consumo de alimentos ricos en beta-caroteno, ayudan a reducir la incidencia del cáncer de pulmón.
En concreto, ha explicado a SINC la investigadora Rosa María Lamuela, autora del trabajo, vieron que con un consumo diario de 120 gramos de sofrito la ingesta de polifenoles totales era de 16 a 24 miligramos por porción y de 6 a 10 miligramos en el caso de los carotenoides.
La unión de los alimentos que suelen formar un sofrito suman los compuestos biosaludables que tienen cada uno por separado. Por ello, con respecto al aceite los científicos recomiendan utilizar mejor el de oliva virgen que el de girasol.
De hecho, ahora están buscando la proporción ideal de los cuatro ingredientes, y parece que la presencia de un 10 por ciento de aceite de oliva extra virgen ofrece muy buenos resultados en las propiedades del sofrito.
Los investigadores también han efectuado un análisis estadístico con los niveles de compuestos fenólicos y carotenoides encontrados en cada sofrito, lo que les ha permitido identificar marcadores que diferencian los componentes de cada marca.
El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC)

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