Organizar el frigorífico
La refrigeración y la congelación son métodos de conservación basados en el uso del frío para impedir o retrasar el crecimiento bacteriano y las reacciones de degradación que se producen en los alimentos. De esta forma, podemos conseguir mantener los alimentos en buen estado durante más tiempo.
La refrigeración (conservación en nevera) emplea temperaturas entre los 0-8ºC, mientras que en la congelación se emplean temperaturas inferiores a los -18º C bajo cero.
En general, cuanto más baja sea la temperatura empleada, menor será el crecimiento bacteriano y las reacciones de degradación. Por ese motivo, los alimentos congelados tienen un período de conservación mayor que los refrigerados.
Algunos sencillos consejos para optimizar el uso del frigorífico doméstico:
-Adecuar la temperatura:
La temperatura de la nevera debería estar a en torno a los 5ºC y la del congelador a -18ºC.
Para mantener la temperatura, es importante no tener el frigorífico demasiado lleno para que el aire frío pueda circular a través de los alimentos. También, hay que evitar pérdidas de frío, tratando de abrirlo solamente cuando sea necesario y el menor tiempo posible.
–Mantener espacios diferenciados:
Cada alimento refrigerado tiene diferentes temperaturas óptimas según su naturaleza. Las carnes o pescados, más perecederos, deberían colocarse en la parte más fría de la nevera, justo en la parte inferior, mientras que los vegetales, que pueden dañarse con el frío extremo, deberían colocarse en la parte menos fría, el cajón de las verduras.
La zona de la puerta, que también es menos fría, es el lugar ideal para colocar productos como mantequillas, mermeladas…
Para minimizar las contaminaciones cruzadas, los alimentos crudos o en fase de descongelación deben colocarse en la parte inferior con el fin de evitar goteos y contaminaciones a otros productos.
Por el contrario, los alimentos cocinados y los productos más sensibles, (como la pastelería)… deberíamos situarlos en la parte superior.
Por último, lácteos, embutidos y alimentos abiertos pueden colocarse en los estantes intermedios del refrigerador.
Laura González
Dietista de Gastronomía Baska
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