Cambios en la dieta que debes adoptar a medida que envejeces
¿Qué puedes hacer para ayudarte a ti mismo o a un ser querido a envejecer mejor? A medida que el cuerpo envejece, conseguir una vida feliz y saludable.
Además de la importancia de realizar ejercicio físico, también hay algunas consideraciones nutricionales en las que debes pensar. El cuerpo pasa por una serie de etapas a lo largo de la vida y la edad avanzada es solo una de ellas. El envejecimiento está relacionado con una serie de cambios que incluyen, entre otros, la pérdida muscular y menos ácido estomacal que pueden contribuir a problemas de absorción de nutrientes clave, especialmente magnesio, B12, calcio y hierro. En el lado positivo, el envejecimiento también se asocia con una mayor sabiduría, una familia más plena y una vida más tranquila y feliz, ¡así que no todo es malo!
Mirando el envejecimiento desde un enfoque nutricional, hay algunos desafíos que hay que enfrentar.
«El envejecimiento está relacionado con una serie de cambios que pueden contribuir a problemas de absorción de nutrientes clave.»
Una tendencia a la pérdida o un cambio en el apetito y el gusto en esta edad no es infrecuente, como tampoco perder la capacidad de notar señales de sed y hambre. Los ancianos necesitan lo mismo, sino más, pero a partir de una ingesta reducida de calorías acorde a una producción de energía del cuerpo y un metabolismo que va disminuyendo y ralentizándose. Aunque la edad de jubilación puede parecer el momento ideal para comer todos los pasteles de crema para disfrutar los últimos años de la vida, las consideraciones sobre el consumo de azúcar y calorías siguen siendo muy importantes, especialmente porque la diabetes es una de las enfermedades número uno para las personas mayores de edad de 50 años: una enfermedad que es extremadamente debilitante, pero que también es muy evitable con una elección de estilo de vida saludable.
Aquí hay algunas cosas que puede hacer para ayudarlo a usted o a un ser querido a evitar o limitar el riesgo de diabetes tipo II:
• Incluir alimentos saludables como frutas y verduras en las comidas y meriendas puede a combatir las deficiencias de nutrientes, sin engordar. Incluya especialmente alimentos más densos en nutrientes y ricos en vitamina D y minerales y calcio para la salud ósea. El pescado enlatado o las sardinas y el salmón son excelentes opciones para estos.
• Reduzca los azúcares refinados o agregados siempre que sea posible y lea las etiquetas de los productos. Cocine a partir de alimentos integrales y elija carbohidratos complejos en lugar de carbohidratos simples para evitar un aumento constante en el azúcar en la sangre. El arroz integral, las legumbres, las verduras y las proteínas de calidad son clave.
• Deje de fumar y limite el consumo de alcohol y haga ejercicio regularmente.
• Reduzca el tamaño de las porciones.
• Mantener un peso saludable.
• Solicite a su médico de cabecera un análisis anual de colesterol y sangre y solicite controles que analizan el nivel general de azúcar en la sangre. Estos son indicadores extremadamente buenos de si usted está o no en el límite o si debe considerarse que tiene un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo II.
• Busque asesoramiento profesional para ayudarlo con cualquier cambio en su estilo de vida y para discutir su salud con más detalle. La adaptación específica es importante para sus requisitos individuales, ya que estos varían mucho de persona a persona.
Puede hacer otras cosas para ayudar a un cuerpo que envejece;
1. ¡Agregue más fibra! El estreñimiento es un problema de salud común entre los ancianos, especialmente común en personas mayores de 65 años. Las ciruelas pasas y las peras son excelentes opciones para incluir en la dieta. Comer más fibra puede ayudar a aliviar esto.
2. Asegúrese de beber mucha agua. Esto es clave a lo largo de la vida, pero especialmente importante recordarlo en estas edades, ya que los niveles de sed son más difíciles de notar.
3. Las sopas y los alimentos más blandos pueden ser una buena idea para ayudar a los ancianos que tienen problemas para masticar y una excelente manera de incluir más líquidos en la dieta.
Kirsty Grace
Fuente: Thrive, Health&Nutrition Magazine