Cuatro hábitos a evitar para no engordar en casa
La actividad física y las rutinas alimenticias no son los únicos motivos por los que las personas adelgazan o cogen algunos kilos de más. Las costumbres del día a día en la vivienda también pueden influir en el peso.
Llevar a cabo algunos pequeños cambios en el hogar pueden ayudar a comer de manera más saludable y evitarán que el hogar se convierta en el principal enemigo a la hora de cuidar el peso.
- Dormir las ocho horas recomendadas es fundamental para llevar una dieta equilibrada. Un estudio publicado en la Revista Internacional de Endocrinología demostró que los adultos con trastornos del sueño que se exponen a poca luz durante las horas de la mañana tienen concentraciones más bajas de leptina, la hormona que regula el apetito, y suelen comer más. Para evitar darse atracones, lo mejor es levantar las persianas, abrir las cortinas de cada habitación y permitir la entrada de luz en la vivienda.
- Según un reciente estudio de la Universidad de Cornell, en Nueva York, lo ideal es servir la comida directamente en los platos y evitar tener una fuente con más alimentos en la misma mesa. De esta forma, la ingesta se reduce un 10% al eliminar la posibilidad de repetir plato o tomar una ración extra incluso aunque no se tenga hambre.
- La temperatura alta es confortable en invierno, pero hace que el cuerpo almacene calorías y que el metabolismo se ralentice. Cuando el organismo no necesita quemar las calorías ni hacer ningún esfuerzo para calentarse, por lo que tal y como indica un estudio publicado en la revista ‘Trends in Endocrinology & Metabolism’, lo habitual es ganar algo de peso. Para evitarlo, lo mejor es bajar el termostato unos grados, ya que al sentir el frío, el cuerpo activará la quema de grasa y mejorará la sensibilidad del cuerpo a la glucosa.
- El doctor James O. Hill, director del Centro para la Investigación de la Obesidad y la Nutrición de Colorado, ha editado varios estudios en los que asegura que los hábitos de los amigos se van asimilando como propios. Según su teoría, las costumbres sedentarias de las amistades, o la cantidad de comida que ellos suelen ingerir, hacen que poco a poco se vaya adoptando el mismo comportamiento. Por lo que hay que tratar de evitarlo y seguir con el estilo de vida y alimentación de cada uno.
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