El otoño y el invierno no serían lo mismo sin los puestos de castañas asadas en las calles.
Además de asadas y tostadas, se pueden cocer al vapor y hervir. Crudas y secas tras un tiempo almacenadas, reciben el nombre de pilongas. Y constituyen un ingrediente fundamental en numerosas preparaciones culinarias. Se utilizan para elaborar tartas, mermeladas, rellenos…. Molidas se utilizan para elaborar harina y, trituradas, aromatizan cremas pasteleras y postres .
Las castañas tienen pocas calorías y destaca su alto contenido en hidratos de carbono, así como un porcentaje significativo de proteínas y fibra, lo que hace que tengan un importante efecto saciante. «Se pueden tomar dos castañas o tres entre horas, como tentempié», aconsejan los nutricionistas.

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